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RINCONES DE ESPAÑA























                 En agosto,




                 Madrid es una fiesta






                 Por María Covadonga Fentanes Diez del Riego*

                 Fotografía: Archivo personal de la autora







                    adrid, que a finales de julio aparenta sumergirse   De marcado carácter vecinal, pues normalmente su or-
                    en un profundo letargo provocado por el masivo   ganización está a cargo de asociaciones de vecinos y
            Mabandono de sus habitantes que procuran salir      juntas barriales, estas celebraciones guardan la esencia
            de la ciudad para huir de los intensos calores propios de la   del Madrid más castizo. Chulapos y manolas, mantones,
            época, despierta y se despereza alegremente con la llega-  abanicos, chotis, cuplés, limonada, calles adornadas con
            da de agosto, y ofrece como regalo a la lealtad de quienes   farolillos y serpentinas, grupos familiares y tertulias de ve-
            permanecen en ella, la celebración de algunas de sus más   cinos… Todo ello forma parte característica de estas fiestas
            famosas verbenas.                                   populares madrileñas, que llenan de vida y color las calles
                                                                de muchos de los barrios más tradicionales de la ciudad.
            Una verbena es una fiesta popular que tiene lugar en una
            localidad o un barrio de una ciudad, que se celebra normal-  Tres de las más tradicionales y reconocidas verbenas ma-
            mente por la noche en la víspera de la fiesta patronal. La   tritenses tienen lugar durante el mes de agosto, en barrios
            palabra verbena con la que se conoce este tipo de jolgorio   muy cercanos y de forma consecutiva, de tal manera que
            popular tiene sus orígenes, según cuentan, en la antigua   en esta época del año, nuestra ciudad capital parece estar
            costumbre de que aquellos que acudían a la fiesta llevaban   sumergida en una eterna celebración, en una alegría sin
            en la solapa o el vestido un ramito de pequeñas flores rosa-  fin, en un deambular festivo que nos lleva de rincón en
            das procedentes de una planta denominada verbena (ver-  rincón, de bar en bar, de baile a concierto, desvelándonos,
            bena officinalis).




                                     * Abogada española. Consultora en Políticas Públicas sobre discapacidad.


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