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RINCONES DE ESPAÑA
Los caramelos de violeta son más que un
simple dulce, son un legado cultural que
refleja la rica historia de Madrid. A través de
sus sabores y aromas, estos caramelos se
conectan con las tradiciones de la ciudad y
con los recuerdos de quienes los disfrutan.
pero que, una vez descubiertos, tienen la virtud de conver- quienes los disfrutan. Visitar los lugares donde se venden
tir en realidad la tan castiza afirmación: “De Madrid al cie- estos caramelos no solo es una oportunidad para saborear
lo… y desde allí, un lugar para verlo”. un pedazo de historia, sino también para sumergirse en la
esencia de Madrid y compartir momentos inolvidables.
Entre los sortilegios mágicos que con su olor y sabor nos
transportan a Madrid, y desde allí, al paraíso, están, indu- Los caramelos de violeta están hechos con la esencia de
dablemente, las violetas. Pero, aunque pueda parecer lo esta flor que abunda en la cercana sierra de Guadarrama.
contrario, al hablar de violetas, no nos estamos refiriendo Son de pequeño tamaño y tienen la forma de una muy bien
a las olorosas y hermosas flores que vendían en el Madrid moldeada violeta de cinco pétalos. Su paternidad sigue
de principios del siglo pasado en la calle de Alcalá y en todo siendo discutida entre los miembros de dos reconocidas
el centro de la ciudad, las vendedoras callejeras denomi- familias pasteleras de gran tradición en la capital: los Gil
nadas “violeteras” que saltaron a la fama desde el cuplé y los Aznárez, cuyos establecimientos, nacidos a mitad del
compuesto en 1914 por el maestro José Padilla, con letra de siglo XIX y principios del XX, se mantienen aún abiertos
Eduardo Montesinos, y a quienes dio vida en el cine la her- y funcionando en el Madrid de nuestros días, siendo cus-
mosa Sarita Montiel, inmortalizándolas. todios del dulce espíritu de esta golosina madrileña, y a la
vez, evocadores permanentes de aquel Madrid de épocas
Pero si no hablamos de flores, ¿a qué violetas nos estamos no tan lejanas, poblado de reyes y nobleza, intelectuales y
refiriendo? Ni más ni menos que a los caramelos de violeta, políticos, toreros y majas, artesanos y modistillas, en donde
que desde el siglo XIX han logrado convertir esa flor en un el sereno era el rey de la noche.
dulce capricho con un sabor y un aroma tan característico
y mágico que, al destapar cualquiera de sus delicados en- En la actualidad, los caramelos de violeta se pueden en-
vases, nos sentimos transportados, de manera inmediata, contrar en la mayoría, por no decir en todas, las tiendas de
a las inolvidables calles del Madrid aristocrático y castizo, souvenirs de Madrid e incluso en la sección de chuches de
atemporal y eterno. algunos de los afamados supermercados de la ciudad, pero,
si realmente se quiere encontrar ese toque mágico y expe-
Los caramelos de violeta son más que un simple dulce, son rimentar la inigualable sensación de un viaje en el tiempo
un legado cultural que refleja la rica historia de Madrid. A hacia un Madrid imperecedero, hay que incluir en el itine-
través de sus sabores y aromas, estos caramelos se conec- rario matritense dos lugares icónicos:
tan con las tradiciones de la ciudad y con los recuerdos de
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